La dedicación de la mezquita Nurosmaniye de Estambul es bastante inusual. Su nombre se traduce como “La luz sagrada de los otomanos” y no se corresponde del todo con la tradición de bautizar las mezquitas con el nombre de un sultán en particular. En el caso de Nurosmaniye, la primera referencia es a la sura 24 del Corán, “Al-Nur”, es decir, “La Luz Sagrada” (está escrito en la pared del interior de la mezquita), y sólo después al sultán Osman III, durante cuyo reinado se terminó la construcción.
Las formas barrocas fueron características del reinado de Mahmud I, que llegó al poder en 1730. Hacia la década de 1740, estas formas empezaron a influir repentinamente en los edificios públicos, especialmente en los magníficos “sebilis”, quioscos con fuentes.